Por
Román Alonso Santos*
30-05-2015
Los
estatutos
de IUi
aprobados en la última asamblea federal de 2012 establecen en su
artículo primero: “Artículo
1. Definición política y jurídica. Izquierda
Unida es un movimiento Político Social y cultural de carácter
anticapitalista que se conforma en una Organización, política y
jurídicamente soberana, cuyo objetivo es transformar el sistema
capitalista económico, social y político, y superar el patriarcado,
en un sistema socialista fundamentado en los principios democráticos
de justicia, igualdad, libertad, solidaridad, internacionalismo,
democracia participativa respeto a la naturaleza y organizado
conforme a un Estado Social y Democrático de Derecho republicano,
laico, federal, plurinacional y solidario.
Es
unitario en la línea política general y en el programa,
organizativamente federal e ideológicamente plural, de la Izquierda
española y de sus pueblos y naciones donde participan los partidos,
colectivos y todas aquellas personas que voluntariamente se
adscriban, acepten y practiquen la política de IU, aprobada en sus
Asambleas Federales, su programa, su política internacional, su
funcionamiento administrativo y financiero, y los presentes
estatutos. La soberanía
de Izquierda Unida reside en sus afiliados y afiliadas
y se expresa en la Asamblea Federal, órgano que recoge y representa
ante la sociedad el sentir unitario de IU, compuesta por las personas
delegadas para ese fin por sus compañeros
y compañeras en las respectivas federaciones, de acuerdo con las
normas que se establezcan en cada caso”.
Con
esta definición y con los objetivos así expresados lleva años IU
trabajando políticamente en la sociedad española, con
mobilizaciones en la calle y mucho trabajo en las instituciones.
En
sus 19 años de historia IU ha pasado por diversas fases de éxito y
crisis, ganándose a pulso, un prestigio innegable en un sector
importante de la clase trabajadora en su confrontación durísima con
las fuerzas poderosas del capital que sostienen el sistema, los que
mandan sin presentarse a las elecciones, el poder financiero que
mueve los hilos del sistema.
Con
la crisis cíclica del sistema capitalista iniciada en 2008, con la
secuencia clásica de recesión y depresión económica, se entró
en una espiral de cierre de empresas, aumento del paro y morosidad de
las capas populares endeudadas. Los gobiernos del PSOE y PP,
siguiendo las indicaciones de sus amos de la banca y los burócratas
de la UE, implantaron en España unas medidas de recortes sociales
brutales, mientras se mantuvieron los regalos fiscales a los
capitalistas y se sanearon los balances de la banca privada con
dinero público. Las reacciones de rebeldía por la clase obrera y
diversos sectores populares afectados, sostenidas durante años,
provocaron un descrédito grave de los partidos más identificados
con el sistema, principalmente PP y PSOE. Por el contrario IU inició
paralelamente un ascenso significativo en votos y expectativas que
encendió las alarmas de los poderosos, aquellos que – repetimos -
no se presentan a las elecciones y vieron peligrar sus privilegios.
Las
fuerzas del capital reaccionaron, inciándose una campaña de
descrédito generalizada de “los políticos” en general, situando
la causa de los males que sufren las capas populares no en el propio
sistema capitalista, sino en los “políticos corruptos”.
Poderosos
medios de masas promovieron las elecciones primarias abiertas como
medida para “sanear los partidos”, con la pretensión aducida de
“evitar que las burocracias de los partidos dominen por encima de
las propias bases”. Se trata de un debate que sigue abierto y
debemos reconocer que han conseguido colocar en la mente de mucha
gente las ilusas bondades de dicho sistema.
Incluso
ha calado en ciertos dirigentes de IU y por eso el tema de las
primarias abiertas fue debatido en la Xª Asamblea Congresual de IU
en diciembre de 2012. En
la ponencia de estatutos se incluyó en el artículo 35 la
posibilidad de realizar primarias abiertas con la expresión referida
a los simpatizantes de que “Asimismo
tendrán derecho a participar en las consultas, referéndum y
reuniones que sean convocadas, así como en las áreas de elaboración
colectiva”. Esta
propuesta de la ponencia no prosperó y, contrariamente, se
aprobó la exclusión de los simpatizantes
de elección
de cargos internos o listas electorales
por voluntad mayoritaria de las personas delegadas en dicha asamblea
soberana.
Incluso
Alberto Garzón argumentó acertadamente sobre las perversidades de
las primarias abiertasii
en un artículo publicado en enero de 2014 que meses después pareció
olvidar.
Por
mi parte destacaré la vulnerabilidad que la afiliación y
simpatizantes de IU podemos sufrir respecto a los medios de masas del
sistema que non son neutrales y actúan. En este tipo de votaciones
tienen ventaja las personas candidatas más conocidas – normalmente
conocidas gracias a su militancia en IU - en detrimento da las
consideradas en un determinado momento más capaces o adecuadas por
las compañeras y compañeros de trabajo en la organización, que
conocen mejor que nadie las cualidades y defectos de las personas
candidatas.
Con
las primarias abiertas se coloca la soberanía de la toma de
decisiones fuera de los órganos legitimados para ello por la
afiliación, de acuerdo con el artículo 1 de los estatutos de IU
arriba mencionados. Ante la perversa campaña mediática contra las
estructuras de los partidos indiscriminadamente, no es de extrañar
que mucha gente pueda creer que dichos órganos partidarios internos
no son más que “perversas cúpulas”. Reconozco mi impotencia
para contrarrestar – en un debate a nivel de calle, sin referencia
a los clásicos - este convicción de muchos, pero mi experiencia en
IU desde su fundación me ha llevado a la seguridad de que estoy en
una organización muy democrática, en la que hay muchos problemas,
pero que presentamos unha hoja de servicios sin parangón con ningún
otro partido y que nos merecemos la confianza de la mayoría social
trabajadora, pese a que – como en las mejores familias - hayamos
tenido algunos sucesos aislados de conductas deshonrosas por parte
de afiliados de IU como los del caso Bankia.
Y
en esto llegó Podemos. Los mismos poderosos medios de masas del
sistema hicieron
surgir
esta organización, pretendidamente novedosa, de la que parece
necesario resaltar algunos elementos clave de su discurso. En primer
lugar la atribución de culpabilidad de todos los males del pueblo a
los “partidos de la casta”, grupo de perímetro ambiguo para
incluir a IU. En segundo lugar el afrontamiento de las elecciones
europeas con relevantes y viejas propuestas programáticas de IU que
para amplias capas de población curiosamente eran novedad adscrita a
Podemos, lo que nos ilustra sobre el papelón informativo de los
grandes medios. Ahora, temas claves de dicho programa ya se han caído
de su discurso en su deriva hacia el “centro del tablero”. En
tercer lugar la exigencia para cualquier proceso de convergencia las
“primarias abiertas a la ciudadanía” con la misma finalidad
antes mencionada respecto a las “burocracias de los partidos”. En
cuarto lugar el carácter carismático de su lider que surguía como
un mesías capaz de superar la penosa travesía del desierto de IU.
Cuatro elementos que fácilmente podemos evidenciar como torpedos a
la línea de flotación de IU, cargándose los principios que figuran
en la definición arriba expuesta de IU, que están para ser tenidos
en cuenta en cualquier proceso de convergencia.
Pasaron
las europeas de mayo de 2014 en las que IU quedó en tercer lugar,
triplicando los votos de las precedentes, y Podemos, con pocos meses
de existencia, quedó de cuarto, con un europarlamentario menos que
IU. Estos resultados fueron presentados por los medios como una
derrota de IU, con la colaboración de algunos dirigentes de esta
formación, al no haber conseguido lo que meses antes las encuestas
pronosticaban. Por el contrario, los excelentes resultados de Podemos
se magnificaron. La historia de las europeas de 1993 con la Nueva
Izquierda de Cristina Almeida se repetía, entonces y ahora
simultaneando la tragedia y la farsa.
Sorprendentemente,
con fecha 28-06-14 el Comité Político Federal (CPF) de IU aprobó
un informe que incluye el siguiente acuerdo:
“Desarrollar
instrumentos de amplia participación en la elección de
representantes institucionales, de forma específica la candidatura a
Presidente de Gobierno, que se realizará por primarias abiertas a
simpatizantes”,
pese a que los estatutos prohiben expresamente que los simpatizantes
puedan participar en los procesos “referidos
a la elección de los cargos internos y en las listas electorales ”.
Un
grupo de afiliados de Galicia, entre los que me incluyo presentarmos
un recurso ante la Comisión de Garantías en julio de 2014. La
comisión de garantías, pasado el plazo estatutario para resolver,
no lo hizo o al menos no nos comunicó su resolución. No solo no
resolvió, sino que, demostrando su poca independencia y neutralidad,
dicha Comisión de Garantías se implicó como junta electoral para
la supervisión del proceso de primarias para el que únicamente
Alberto Garzón consiguió los avales que el propio CPF estableció.
Alguien
pudo recurrir a la justicia ordinaria y probablemente paralizar este
acuerdo antiestatutario, pero personalmente considero más adecuado
resolver los temas internos políticamente. El caso es que todas las
federaciones con elecciones autonómicas en perspectiva se lanzaron a
las campañas de primarias. Los estatutos de IU contemplan las
elecciones primarias limitadas a la afiliación para resolver ciertas
situaciones de falta de consenso en los órganos que habrán de tomar
la decisión.
Desconozco
la información que los miembros del CPF recibieron respecto al
impedimento estatutario de las primarias abiertas, ni el sentido del
voto de cada uno de los asistentes, pero es evidente que han tomado
una decisión para la que no tenían competencias, extralimitándose
en sus funciones. En fin, que los miembros del CPF han querido dar
lecciones de democracia interna y espíritu democratizador a sus
propias bases, pasándose por el arco de triunfo los que estas habían
decidido. Un ejemplo de este espíritu nos lo dio Tania
Sánchez
cuando acusaba a Cayo Lara de “meterse en la burocracia de los
estatutos”iii.
Vista
la experiencia a posteriori, observamos que las primarias abiertas,
aparte dar vara a los medios del enemigo y conculcar el principio
básico de soberanía de la afiliación, no sirven para resolver las
discrepancias internas que puedan darse en los órganos y favorecen
el econamiento y la fullería en los debates. En Madrid no han
servido para resolver las divergencias y a nivel federal se vieron
obligados a cancelarlas, porque Alberto Garzón se quedó sin rival y
ha tenido que promover a una recogida de firmas de apoyo posterior,
también fallida, para potenciar su legitimidad interna.
Algún
dirigente de IU federal como el podemita Alberto
Arreguiiv
no se cortó en atribuir esta falta de competidores a un boicot. Otro
daño colateral perverso que las primarias mal administradas
ocasionan es que favorecen la personificación de las alternativas,
promocionando a líderes mediáticos y mediodependientes por encima
de las estructuras orgánicas trenzadas desde las asambleas de base.
Se favorece, pues, una estructura organizativa basada en lideratos
carismáticos, tipo Podemos, por encima del carácter movimentista y
colectivo como el de la actual IU. Se empuja por lo tanto a IU hacia
otro modelo organizativo, sin someterlo previamente a un debate en
los órganos estatutariamente legítimos.
IU
sufre una gravísima crisis interna y ha desvelado sus flaquezas.
Ante el primer gol de su poderoso contrincante - Podemos y lo que hay
detrás – se desintegra todo el CPF y empieza el cruce de
acusaciones.
No
descarto que alguien aproveche esta exposición para colocarme en el
bando de “la mafia de Madrid”, “la derecha de IU”, el
“llamazarismo” y otras lindezas con las que algunos compañeros
espolvorean a los que defendemos la IU que se define en el artículo
arriba expuesto.
IU
debe explicitar su papel estratégico que, a mi entender, no debería
definirse en oposición a otros, sea el PSOE de la casa común, sea
el Podemos de las asambleas ciudadanas que tanto se parecen en su
objetivo estratégico, sino que debe definirse como un proyecto
centrado en sí mismo y lo que representa. A su vez, el CPF debe
abstenerse de adoptar acuerdos para los que no tiene competencias,
salvo que quiera pasar a la historia como un CPF golpista.
i
http://www.izquierda-unida.es/node/12219
iiihttp://www.europapress.es/nacional/noticia-tania-sanchez-acusa-cayo-lara-meterse-burocracia-estatutos-olvidar-momento-politico-20150208112648.html
ivArregui,
Alberto. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=198360
*Román Alonso Santos es miembro de Consello Comarcal de Esquerda Unida en Vigo